
Gobierno corporativo con enfoque ESG: Entre el compromiso y la realidad regulatoria en Colombia
El enfoque Ambiental, Social y Gobernanza (ESG), ha cobrado gran importancia en los últimos años como un nuevo estándar de actuación empresarial, impulsado tanto por regulaciones internacionales como por las crecientes expectativas de inversionistas, consumidores y otros actores. En el panorama empresarial actual, no basta con declarar responsabilidad social; las sociedades están llamadas a gestionar sus impactos ambientales, sociales y éticos con criterios medibles, verificables e integrados.
En este sentido, el gobierno corporativo se convierte en el eje del modelo ESG, pues determina cómo los compromisos ambientales y sociales son efectivamente implementados y no una figura meramente simbólica. De ahí, surge la pregunta: ¿cómo se está incorporando el enfoque ESG en el ordenamiento legal y la práctica corporativa en Colombia?
- ESG: Tensiones entre regulación, reputación y realidad empresarial
El cambio del modelo tradicional de Responsabilidad Social Empresarial (RSE) hacia un enfoque ESG no consta simplemente en un cambio semántico, sino estructural entre el concepto de empresa, sociedad y sostenibilidad, así como las expectativas legales que se tiene de las organizaciones.
En Colombia, la transición hacia un modelo ESG ha sido resultado de un desarrollo normativo de las entidades administrativas. La Superintendencia de Sociedades por medio de la expedición de normas como la Circular Externa 031 de 2022, que fija lineamientos para el reporte de sostenibilidad alineados con el marco TCFD y SASB. Incluye aspectos como análisis de materialidad, gobernanza, estrategia, gestión de riesgos, métricas y objetivos. También la Circular Externa de noviembre de 2023 de la Superintendencia de Sociedades, introduce recomendaciones para la preparación de informes de sostenibilidad alineados con estándares internacionales. Por último, se resalta la circular externa 100-000002 de marzo de 2025 donde se establecen lineamientos sobre la presentación de información no financiera.
No obstante, persiste una tensión evidente entre la regulación e implementación. Mientras el Gobierno Nacional y sus entidades administrativas avanzan hacia una institucionalización de un modelo corporativo basado en los pilares ESG, existe una percepción entre las empresas, especialmente las PYMES, que el cumplimiento de estas medidas se convierte en una carga adicional y no un instrumento de gestión. Las limitaciones técnicas y financieras que empresas con un cuerpo corporativo menos sofisticado pueden presentar, especialmente la barrea que imponen los costos asociados a la implementación, los cuales representan el desafío más importante que tiene este sector de la economía.
La implementación efectiva del enfoque ESG en Colombia enfrenta barreras estructurales. Éstas pueden agruparse en dos categorías principales: barreras técnicas y barreras financieras.
- Barreras Técnicas
Uno de los principales retos que enfrentan las empresas colombianas en la adopción de prácticas ESG es la brecha de conocimiento especializado necesario para diseñar, medir y ejecutar políticas sostenibles coherentes con los estándares nacionales e internacionales. A pesar del avance normativo, como la Guía de Buenas Prácticas de Gobierno Corporativo de la Superintendencia de Sociedades, la cual busca ofrecer herramientas prácticas para la implementación de modelos corporativos sostenibles, la falta de capacidades internas sigue siendo un factor crítico que limita la efectividad de las estrategias sociales y ambientales que el ordenamiento jurídico ha buscado ejecutar.
En conclusión, la falta de conocimiento especializado constituye uno de los mayores obstáculos para la efectiva implementación de prácticas ESG en las empresas colombianas. Aunque existen avances normativos y herramientas institucionales que promueven la sostenibilidad corporativa, la ausencia de capacidades internas limita la traducción de dichos intentos regulatorios en acciones concretas y coherentes con la realidad empresarial.
Superar esta brecha requiere fortalecer la formación técnica y estratégica del talento humano, así como establecer modelos de transición proporcionales a la capacidad de las empresas, de modo que las organizaciones puedan alinear sus políticas ESG con los riesgos e impactos propios de su actividad económica, garantizando así una gestión sostenible y realmente transformadora.
- Barreras financieras
La adopción de modelos ESG implica inversiones iniciales, especialmente para aquellos escenarios en los que el régimen se está implementando desde ceros. En estos casos, las empresas podrán requerir de un desarrollo de sistemas de reporte y trazabilidad, realización de auditorías, consultorías especializadas, o capacitación de personal. Estas exigencias, las cuales buscan garantizar la calidad de la información reportada, suponen un esfuerzo considerable, especialmente para las empresas con menor grado de sofisticación.
Estos impedimentos que demuestran las empresas en Colombia, es un fenómeno reconocido a nivel nacional, a tal escala que, las distintas autoridades, como la Superintendencia de Sociedades o la Superintendencia Financiera han diseñado instrumentos para reducir la carga económica y técnica para facilitar la implementación de sistemas ESG.
El diseño de programas de apoyo, fondos y diseño de estrategias de fortalecimiento empresarial fácilmente asimilables es uno de los tantos métodos cuyo objetivo es la adaptabilidad de modelos propicios y graduales de ESG para las distintas empresas y que se ajusten a las necesidades, pero sobre todo a las carencias que éstas pueden llegar a presentar.
El tránsito hacia un modelo de gobierno corporativo con enfoque ESG en Colombia representa un proceso complejo que combina avances regulatorios significativos con desafíos estructurales aún persistentes. Si bien las autoridades administrativas han logrado establecer un marco normativo cada vez más alineado con los estándares internacionales, la verdadera efectividad de dicho modelo depende de la capacidad de las sociedades para integrar los principios ambientales, sociales y de gobernanza en su gestión cotidiana. La falta de conocimiento técnico y las limitaciones financieras evidencian que la sostenibilidad corporativa no puede consolidarse únicamente desde la normatividad, sino que requiere un acompañamiento institucional sostenido, incentivos claros y estrategias de fortalecimiento empresarial que permitan traducir la regulación en resultados tangibles. En este sentido, el enfoque ESG no debe concebirse como una carga adicional, sino como una oportunidad estratégica para mejorar la transparencia de las organizaciones frente a sus grupos de interés.